martes, 9 de octubre de 2007

"Cadena perpetua ejemplar", artículo de César Hildebrandt

César Hildebrandt escribe hoy en La Primera:Aquí Cipriani decía que la Comisión de Derechos Humanos “era una cojudez”. La cojudez era él, que no sacaba la cara por los inocentes como Cristo se lo hubiese demandado.Allá lejos, cerca de la casa matriz del Banco Ambrosiano, Herr Ratzinger, que hoy debe ser llamado Santo Padre, le ajustaba las clavijas al padre Gustavo Gutiérrez, a Jon Sobrino, a

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