Recibo este correo:
En el año 2007, Guillermo Vargas Habacuc, un supuesto artista, cogió a un perro abandonado de la calle, lo ató a una cuerda en la pared de una galería de arte y lo dejó allí para que muriera lentamente de hambre y sed:
durante varios días, tanto el autor de semejante crueldad como los visitantes de la galería de arte presenciaron impasibles la agonía del pobre animal:
Hasta que finalmente murió de inanición, seguramente tras haber pasado por un doloroso, absurdo e incomprensible calvario.
¿Te parece fuerte? Pues eso no es todo: la prestigiosa Bienal Centroamericana de Arte decidió, incomprensiblemente, que la salvajada que acababa de cometer este sujeto era arte, y de este modo tan incomprensible
Guillermo Vargas Habacuc ha sido invitado a repetir su cruel acción en dicha Bienal en 2008.
... ya ok! perfecto acabemos con el tío...
¿Pero que hacemos con las personas que les vale un pepino la vida del perrito?
El mundo anda de cabeza... entonces propongo que en nombre del arte amarren al perro sin comida y al autor también sin comida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario